Mariló

Juan Cacho tenía 33 años, era de Málaga y licenciado en matemáticas. Trabajaba todos los veranos en una academia llamada la “La Milagrosa”.

Un día, en el despacho de Jaime (director de la academia), se encontró con Amparo, que le resultó muy atractiva. Él no sabía que poco a poco le iba a ir gustando cada vez más, hasta un punto que tuvieron una aventura en la bañera, la cual salió mal.
La mujer de Odón Camuñas (presidente del bloque donde vivía Juan), se murió de repente en una de las reuniones del bloque. Nieves (vecina de Juan y hermana de Ángel) tenía algunas sospechas sobre la muerte, ya que todos los días escuchaba las risas del presidente.

A raíz de ahí comenzó la investigación a Camuñas. Nieves y Juan, entraron en el piso del presidente para coger unas cintas de videos. Una vez conseguidas, se pusieron a verlas, observaron que el contenido era un poco comprometido y en una de ellas reconoció el tatuaje de Amparo, Juan se quedó con la boca abierta.

Éste se encontraba dando clases cuando el director interrumpió, dijo que tenían que hacer unas reformas en los servicios de la academia, por lo que tendrían una semana sin clases. De estas reformas se encargaría Vicente, amigo de Juan.

En uno de los días en los que todavía seguía la reforma de la academia, Juan decidió pasarse por allí. Jaime le dijo que se quedara vigilando a los albañiles que tenia que arreglar unos asuntillos, por lo que decidió irse al despacho. Cuando se sentó en el sillón de Jaime, se preguntó qué habría en los cajones. En uno de ellos, vio varios CDs, se pensó varios segundos si ver lo que contenían. De pronto, encendió el portátil y se puso a ver el contenido. De repente encuentra un listado de páginas webs con sus respectivas contraseñas. Juan había hecho una copia de aquella hoja.

Llegó corriendo a casa de Ángel para que le dijera que significaba aquello. Estando allí, Vicente llegó muy preocupado, se había encontrado una webcam en el techo de los servicios.

Juan Cacho iba atando los cabos sueltos, que si la muerte de la mujer de Odón, los videos, la webcam, la lista de las páginas webs…

Éste decidió ir a hablar con Odón y contárselo todo. El sospechoso ya no podía huir, la policía estaba en la puerta de su casa.

Tras todo lo anterior, Juan recibió una carta de Amparo, pidiéndole perdón por todo lo sucedido, pero éste no le hace caso y decide olvidarse de todo.

Nieves y Juan decidieron ir a tomar un café, pero la historia termina dejándonos con la intriga de todo lo que hubiese podido ocurrir.
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